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Reiwa
Armonía en la nueva era que comienza con la ascensión al Trono del Crisantemo del Emperador Naruhito.

Japón le da la bienvenida a la nueva era, Reiwa, cuyo comienzo es el 1 de mayo, fecha en que el príncipe Naruhito asciende al trono del Crisantemo tras la abdicación de su padre, el emperador Akihito.

El 30 de abril, en un hecho con pocos precedentes en la historia japonesa, (la última abdicación tuvo lugar hace 200 años), abdicó el Emperador Akihito, de 85 años, quien ocupaba el trono desde el año 1989, fecha del fallecimiento del Emperador Hirohito, su padre.

El emperador Akihito dio a conocer, en agosto de 2016, que quería abdicar, por considerar que su salud no le seguiría permitiendo cumplir sus funciones con la energía debida. Para que pudiera hacerlo el Parlamento nipón tuvo que aprobar una legislación especial ya que la posibilidad de renunciar no estaba prevista en la ley sobre la Casa Imperial. La renuncia, además, ha permitido una innovación en el protocolo: en lugar de anunciar el nombre de la nueva era a la muerte del antiguo emperador y la subida al trono del nuevo, se ha hecho un mes antes del relevo.

A partir de mayo entonces,  Akihito será conocido como emperador emérito, Joko.

En la ceremonia de abdicación, ante unos 300 invitados, miembros de la familia real, los jefes de las tres ramas del Gobierno y los miembros del Gabinete, el emperador Akihito expresó: “ Junto con la Emperatriz, deseo sinceramente que la era Reiwa, que comienza mañana, sea estable y fructífera, y rezo con todo mi corazón por la paz y la felicidad para todas las personas en Japón y en todo el mundo".

Se una así a la lista de monarcas que han abdicado en lo que va del Siglo XXI: La Reina Beatriz de Holanda, Juan Carlos I de España, Alberto II de Bélgica, entre otros.

Las eras imperiales.

El nombre de una era imperial japonesa refleja el sentimiento nacional y la cultura imperante de una etapa histórica específica, identificada con la llegada al trono de un nuevo emperador.

En la etapa moderna, Japón ha vivido ya cuatro eras: la Meiji, o “gobierno iluminado” (1868-1912); la Taisho o “gran legitimidad” (1912-1926); la Showa, o “paz y armonía” -la nueva era de Naruhito repetirá uno de los caracteres de la era de su abuelo Hirohito, el carácter wa o “armonía”-, entre 1926 y 1989, y la actual, Heisei o “logro de la paz”, era del emperador Akihito.

La selección de un nombre, por tanto, se efectúa con sumo cuidado. Antiguamente era la corte la encargada de esa selección. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial la Constitución adoptada, de corte pacifista, que privó al emperador de cualquier función política, asigna este deber al Gobierno nipón, que lo ha asumido ya en dos ocasiones: en 1989, a la muerte del emperador Hirohito, y ahora.

En esta ocasión, el Ejecutivo del Primer Ministro Shinzo Abe encargó a un comité de sabios sus propuestas para designar la nueva era. Los expertos, de los campos de la literatura y la historia japonesas, la literatura china, o la historia de Asia Oriental, se pusieron manos a la obra en el mayor de los secretos.

Los dos caracteres kanji – ideogramas de origen chino - que identificarán eternamente el reinado del nuevo soberano: Reiwa, pueden ser traducidos, respectivamente, como “agradable” u “orden”, y “armonía” o “paz”.

El nombre de la nueva era procede del Manyoshu, una colección de poemas japoneses del siglo VII que describen los cambios en las estaciones del año y en la naturaleza. Rei, en esta colección, alude a las flores del ciruelo, entre las primeras en brotar después del invierno. “La primavera llega tras un invierno duro, este nombre quiere marcar el inicio de una etapa de esperanza”, ha señalado Abe.

Según ha precisado Abe, la nueva era “simboliza la larga tradición y la profunda cultura pública" de Japón. “Igual que las maravillosas flores de ciruelo en pleno esplendor marcan la llegada de la primavera tras un duro invierno, cada ciudadano japonés puede tener esperanza en el futuro y hacer que se abran sus propias flores”, ha añadido. Debe interpretarse como “el nacimiento de una civilización donde los seres conviven en armonía”.